sábado, 24 de octubre de 2015

¿QUÉ HACE ESTO AQUÍ?. LO INEXPLICABLE

¿QUÉ HACE ESTO AQUÍ?. LO INEXPLICABLE

            "¿Qué hace un chico como tú en un sitio como este?" ¿No hemos escuchado alguna vez esta pregunta al encontrarnos con una persona en situación 'extraña' a lo que suponemos es su estilo, su modo de ser? Pregunta, que admite variantes, nacidas de la perplejidad ante cosas, situaciones o acontecimientos que nos sorprenden y nos llevan a cuestionar esa realidad, al ver escasa relación entre el fenómeno en sí y su entorno, espacial o vital.


Ermita de Santa Cecilia. Vallespinoso de Aguilar (Palencia)

            En nuestro caso es el ámbito espacial ante el 'hallazgo' o 'encuentro' con una realidad artística, un templo románico por ejemplo, ubicada en un entorno físico inexplicablemente falto de relación con la exquisitez de las cualidades que ostenta. En el denso recorrido veraniego por el románico del norte de Palencia que nos ha servido de tema en las últimas entradas, nos ha surgido la pregunta al contemplar algunas iglesias en lugares inverosímiles. No es un solo caso, pero sin duda el más llamativo es el de la ermita de Santa Cecilia, 'encaramada' (no cabe otro término mejor para designar su aspecto y situación) en lo alto de una enorme peña y en la cercanía de la modesta localidad, podría decirse aldea, de Vallespinoso de Aguilar, relativamente cercana a la capital de la comarca (la 'merindad' en arcaico lenguaje) de Aguilar de Campoo. Se divisa desde lejos al discurrir por la carretera, pues el territorio inmediato es llano y los enclaves montañosos comienzan precisamente en aquella localidad. Puede hasta quedar como un elemento del paisaje y no llegar a conocerla. Craso error de apreciación.

            Acercarse ya implica cierta dificultad, que va aumentando a medida que nos hallamos más próximo, y se hace realmente 'problemático' cuando se intenta llegar hasta su portada. El trabajo encomiable de restauración de templos románicos emprendido por la Junta de Castilla y León (hay que decirlo en su honor y para vergüenza de otras autonomías, que derrochan el dinero de los contribuyentes en dudosos ERE, para mantener 'enchufados' a la mamandurria oficial), esa encomiable tarea, emprendida en colaboración con la Fundación Santa María la Real, de la citada capital de zona, ha tendido unas enormes planchas de hormigón para formar una escalera que posibilite el llegar hasta la increíble portada.


Subida a la puerta de la ermita

            El esfuerzo merece la pena de los 'tragos' pasados. ¡Qué prodigio de arte, de talla de la piedra en la maravillosa portada! Los capiteles muestran escenas de culto sagrado, con los ministros paramentados de capas y casullas, junto a instrumentistas que tañen cítaras, y otras figuras no fácilmente identificables, pero, salvo los desgatados por el paso del tiempo y la escasa dureza de la piedra, de una perfección que nos hace preguntar: ¿Cómo llegaron aquí estos artistas que conectan con el arte galaico y silense? ¿Eran artesanos ambulantes que ofrecían su trabajo a los patronos de la fundación o se les conocía y eran llamados a modelar con su primoroso arte capiteles y arquivoltas?. Porque éstas ofrecen un enguirnaldado de temas vegetales y elaboradamente geométricos que causan asombro. Y, de nuevo, la exclamación primera...: Pero, ¿qué hace aquí esta maravilla, en este reducto medio perdido de una comarca rural?. Estamos ante lo inexplicable y lo inverosímil.




Arco y detalles de la portada

            Y no es único el caso de la ermita de Santa Cecilia en esta zona, inabarcable en el intento de contemplar sus monumentos, a no ser que se cuente con un calendario de al menos siete días, pues en los tres y medio que tuvimos este bloguero y su acompañante hubo que apurar el tiempo al máximo. Porque en nuestro intento dimos con otras bellezas perdidas en caminos totalmente secundarios, donde hallamos sorpresas mayúsculas. 


San Andrés, de Gama Palencia

          Citemos la iglesita de san Andrés, de Gama, otro pueblecillo, con su sobria y 'lineal' portada, de limpias arquivoltas, y, en contraste, el lujo de una 'galería' de canecillos tallados; o la no menos sorprendente iglesia de Santiago, en Cezura... ¿le suena algo este nombre?... Pues atrévase a entrar (en lo que hallará la compañía de un vecino que conoce la singularidad de su joya). El interior posee una estructura fuete y con más de una dependencia, como la que abriga la sencilla, lisa y auténtica pila bautismal románica. Pero la sorpresa inesperada es la decoración de arcos y bóvedas, como la del presbiterio. un auténtico despliegue de originalidad en un fresco de dibujo geométrico policromado. 


Iglesia de Santiago, de Cezura (Palencia)
Nada de las escenas o las imágenes frecuentes en los templos del mismo estilo. La bóveda, que ya apunta al gótico en su trazo ojival (indicador de una reforma del s. XIII respecto a otros recintos del templo más propios del románico inicial). La iglesia está preciosamente restaurada y con bancos nuevos que permiten sentarse y contemplar esta maravilla. Y esto, una vez más, en un puebluco medio perdido de esta comarca riquísima en arte de los tildados por los despectivos 'sabeores' modernos como 'tiempos oscuros' de la alta Edad Media... Si, si..., oscuros. No hace falta luz y sentido de la vida y del mundo trascendente para plasmar estas bellezas, sin mirar en que sus nombres iban a perderse en el anonimato... Pero ellos no trabajaban para 'ganar fama' sino para el 'honor de Dios'.

            Amigo que se asoma a esta 'ventana' de lo humano y lo Divino: ¿Gusta de hallar 'maravillas perdidas'? Pues 'piérdase' por esas comarcas inabarcables, como el norte de Palencia..., ¡ah!, con una buena información, que la hay...,   y le aseguro que no quedará defraudado...: ¡¡Arte románico hasta la saturación

1 comentario:

  1. Anotada queda en mi agenda esa recomendación de "perderse" por el norte de Palencia.

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