¿QUÉ HACE ESTO AQUÍ?. LO INEXPLICABLE
"¿Qué hace un chico como tú en
un sitio como este?" ¿No hemos escuchado alguna vez esta pregunta al
encontrarnos con una persona en situación 'extraña' a lo que suponemos es su
estilo, su modo de ser? Pregunta, que admite variantes, nacidas de la
perplejidad ante cosas, situaciones o acontecimientos que nos sorprenden y nos
llevan a cuestionar esa realidad, al ver escasa relación entre el fenómeno en
sí y su entorno, espacial o vital.
Ermita de Santa Cecilia. Vallespinoso de Aguilar (Palencia)
En nuestro
caso es el ámbito espacial ante el 'hallazgo' o 'encuentro' con una realidad
artística, un templo románico por ejemplo, ubicada en un entorno físico
inexplicablemente falto de relación con la exquisitez de las cualidades que
ostenta. En el denso recorrido veraniego por el románico del norte de Palencia que
nos ha servido de tema en las últimas entradas, nos ha surgido la pregunta al
contemplar algunas iglesias en lugares inverosímiles. No es un solo caso, pero
sin duda el más llamativo es el de la ermita de Santa Cecilia, 'encaramada' (no
cabe otro término mejor para designar su aspecto y situación) en lo alto de una
enorme peña y en la cercanía de la modesta localidad, podría decirse aldea,
de Vallespinoso de Aguilar, relativamente cercana a la capital de la comarca (la 'merindad' en arcaico lenguaje) de Aguilar de Campoo. Se divisa desde lejos al
discurrir por la carretera, pues el territorio inmediato es llano y los
enclaves montañosos comienzan precisamente en aquella localidad. Puede hasta
quedar como un elemento del paisaje y no llegar a conocerla. Craso error de
apreciación.
Acercarse
ya implica cierta dificultad, que va aumentando a medida que nos hallamos más
próximo, y se hace realmente 'problemático' cuando se intenta llegar hasta su
portada. El trabajo encomiable de restauración de templos románicos emprendido
por la Junta de
Castilla y León (hay que decirlo en su honor y para vergüenza de otras
autonomías, que derrochan el dinero de los contribuyentes en dudosos ERE, para mantener
'enchufados' a la mamandurria oficial), esa encomiable tarea, emprendida en
colaboración con la Fundación Santa
María la Real ,
de la citada capital de zona, ha tendido unas enormes planchas de hormigón para
formar una escalera que posibilite el llegar hasta la increíble portada.
El esfuerzo
merece la pena de los 'tragos' pasados. ¡Qué prodigio de arte, de talla de la
piedra en la maravillosa portada! Los capiteles muestran escenas de culto
sagrado, con los ministros paramentados de capas y casullas, junto a
instrumentistas que tañen cítaras, y otras figuras no fácilmente
identificables, pero, salvo los desgatados por el paso del tiempo y la escasa
dureza de la piedra, de una perfección que nos hace preguntar: ¿Cómo llegaron
aquí estos artistas que conectan con el arte galaico y silense? ¿Eran artesanos
ambulantes que ofrecían su trabajo a los patronos de la fundación o se les
conocía y eran llamados a modelar con su primoroso arte capiteles y arquivoltas?.
Porque éstas ofrecen un enguirnaldado de temas vegetales y elaboradamente
geométricos que causan asombro. Y, de nuevo, la exclamación primera...: Pero,
¿qué hace aquí esta maravilla, en este reducto medio perdido de una comarca
rural?. Estamos ante lo inexplicable y lo inverosímil.
Y no es único
el caso de la ermita de Santa Cecilia en esta zona, inabarcable en el intento
de contemplar sus monumentos, a no ser que se cuente con un calendario de al
menos siete días, pues en los tres y medio que tuvimos este bloguero y su
acompañante hubo que apurar el tiempo al máximo. Porque en nuestro intento
dimos con otras bellezas perdidas en caminos totalmente secundarios, donde
hallamos sorpresas mayúsculas.
San Andrés, de Gama Palencia
Citemos la iglesita de san Andrés, de Gama, otro
pueblecillo, con su sobria y 'lineal' portada, de limpias arquivoltas, y, en
contraste, el lujo de una 'galería' de canecillos tallados; o la no menos
sorprendente iglesia de Santiago, en Cezura... ¿le suena algo este nombre?...
Pues atrévase a entrar (en lo que hallará la compañía de un vecino que conoce
la singularidad de su joya). El interior posee una estructura fuete y con más
de una dependencia, como la que abriga la sencilla, lisa y auténtica pila
bautismal románica. Pero la sorpresa inesperada es la decoración de arcos y
bóvedas, como la del presbiterio. un auténtico despliegue de originalidad en un
fresco de dibujo geométrico policromado.
Iglesia de Santiago, de Cezura (Palencia)
Nada de las escenas o las imágenes
frecuentes en los templos del mismo estilo. La bóveda, que ya apunta al gótico
en su trazo ojival (indicador de una reforma del s. XIII respecto a
otros recintos del templo más propios del románico inicial). La iglesia está
preciosamente restaurada y con bancos nuevos que permiten sentarse y contemplar
esta maravilla. Y esto, una vez más, en un puebluco medio perdido de esta
comarca riquísima en arte de los tildados por los despectivos 'sabeores'
modernos como 'tiempos oscuros' de la alta Edad Media... Si, si..., oscuros. No
hace falta luz y sentido de la vida y del mundo trascendente para plasmar estas
bellezas, sin mirar en que sus nombres iban a perderse en el anonimato... Pero
ellos no trabajaban para 'ganar fama' sino para el 'honor de Dios'.
Anotada queda en mi agenda esa recomendación de "perderse" por el norte de Palencia.
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